El arte de lavar la barba

Fecha: febrero 6, 2017

Autor: onlyformen

Categorías: O4M Tips Etiquetas:

Aprende a  lavar tu barba es el inicio en la rutina de cuidados para que luzcas una barba saludable y bien portada.

Normalmente, a lo largo del día, solemos ensuciar nuestra barba, ya sea con restos de comida (sobre todo en la zona del bigote y perilla), humo de tabaco (los que fumen o frecuenten lugares con humo) o cualquier cosa susceptible de quedar atrapada entre los pelos.

También es normal, en épocas de frío o condiciones climatológicas extremas, que nuestra piel de debajo de la barba sufra y se descame o desprenda.

El pelo de la barba no es como el de nuestra cabeza. Es un pelo más grueso y rizado y además la piel de debajo no es como la del cuero cabelludo, por lo que necesitamos cuidados diferentes.

Es por esto por lo que no nos vale usar un champú normal para la cabeza y debemos optar por champús y jabones específicos para lavar la barba, siendo estos menos agresivos, menos ásperos y más naturales, pues suelen estar formulados con compuestos orgánicos.

Una vez que tengamos a la mano uno de estos productos para lavar la barba, de los que  hablaré más adelante, es importante establecer una frecuencia de lavado.

 

¿Por qué es importante la frecuencia en la que debes lavar la barba?

Es una de las cosas más importantes que debemos tener en cuenta, pues podemos entorpecer el desarrollo óptimo de nuestra barba. Ésta, posee aceites naturales que intervienen en su crecimiento, fortaleza y brillo, por lo que una frecuencia demasiado alta de lavado puede acabar con estos aceites naturales y jugar en nuestra contra.

También debemos asegurarnos de que los productos que usemos, respeten los aceites, pues aun siendo productos para la barba, hay algunos que los respetan mejor que otros.

Personalmente creo que la frecuencia de lavado correcta es de tres veces por semana, usando jabones o champús, y el resto de veces, basta con lavarla únicamente con agua. De esta manera, y espaciando los lavados en días alternos, conseguimos respetar los aceites y dejar que se regeneren y actúen sobre nuestra piel y pelo.

Esto no quiere decir que para todo el mundo la frecuencia deba de ser de tres veces por semana, pues cada barba es diferente y única y ustedes mismos se darán cuenta de la frecuencia que mejor les va.

Bien, ya tenemos como establecer la  frecuencia de lavado y ahora toca aprender la mejor manera de lavarla.

 

Método para lavar la barba

Aplicamos nuestro producto y repartimos generosamente por toda la barba, hundiendo las yemas de los dedos y dejando que alcancen nuestra piel. Esto es importante porque la piel de debajo debe quedar limpia e hidratada.

Aplicamos de raíz a puntas y en todas las direcciones posibles. La gente con barbas nuevas, pueden frotar con un poco más de énfasis, pues las barbas recientes suelen descamar algo más la piel y además, así estimulan mejor los folículos, consiguiendo un mejor desarrollo y crecimiento.

Como puedes ver, no es nada que no  imaginaras de antemano, pero lo importante viene al momento de aclarar la barba.

Debemos aclarar la barba con abundante agua, en varias direcciones y de manera completa para evitar que queden restos o residuos que puedan provocarnos picores o descamaciones una vez que la barba se seque.

Otra cosa a tener en cuenta es la temperatura de agua que usamos tanto para el lavado como para el aclarado.

Usar agua muy caliente puede secarnos demasiado la piel, lo que jugaría en nuestra contra para un desarrollo correcto de la barba.

Usaremos agua templada para mojar y lavar la barba. El agua templada no nos resultará desagradable en primer momento y es mejor que la fría para el lavado. Además, también nos abrirá los poros al igual que el agua caliente sin consecuencias tan agresivas.

Para el aclarado, usaremos también agua templada, pero una vez que eliminemos todo el champú o jabón, podemos pasar a un agua más fría para ir cerrando poco a poco los poros y además, aportar brillo.

 

Secado de la barba

Después de lavar correctamente la barba, tenemos que secarla, para evitar que el agua que se queda entre los pelos pueda irritarnos la piel.

La mejor manera es pasar una toalla limpia, suavemente por toda la zona. Importante que esto se haga de manera suave, pues cuando el pelo está mojado es más delicado.

Personalmente, recomiendo después de la toalla, dar un poco con el secador, a temperatura media, para terminar de secar todo y además estirar un poco el pelo, pasando un cepillo mientras le damos con el aire caliente.